Tratamiento médico de varices

A menudo nos encontramos con pacientes que tienen molestias, calambres, hormigueos e hinchazón en las piernas en ausencia de varices y lo adecuado, en estos casos es modificar el estilo de vida.

Podemos mejorar y aliviar nuestras piernas cansadas con tres tipos de medidas:

Esclerosis con microespuma


Consiste en introducir un medicamento líquido en el interior de las varices; este medicamento al entrar en contacto con la pared interna de la vena va a producir una irritación y una reacción inflamatoria que conduce a una fibrosis de la vena y desaparición de la misma.

Son tratamientos indicados en varices pequeñas (teleangiectasias o arañas varicosas), en variculas aisladas y como completento de las técnicas quirúrgicas.

Para las varices genitales o vulvares, muy frecuentes tras los embarazos, la esclerosis con microespuma también es un tratamiento eficaz.

Sus resultados no son inmediatos porque hay que pasar por una fase de hematoma que una vez que se soluciona desaparece también la variz.

Inflamación de la vena esclerosada, cuando tienen un calibre considerable, con crema despigmentante la evolución es más rápida.

Estos tratamientos conviene realizarlos en otoño, porque en ocasiones son necesarias realizar varias sesiones, así damos tiempo suficiente a que las manchas de los hematomas desaparezcan y lleguemos a la primavera estéticamente perfectas, sin hematomas y sin varices!

Las sesiones se pueden repetir cada 1-2 meses.

Evitar tomar el sol en las piernas para evitar hiperpigmentación.
Aconsejamos el uso de media elástica para mejorar los resultados del tratamiento.
No es necesario el reposo, sino todo lo contrario, animamos al paciente a caminar de forma inmediata.

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Técnicas endovenosas para varices grandes con cirugía vascular

La palabra cirugía o quirófano, asusta a muchas personas, pero es el mejor lugar para tratar cierto tipo de enfermedades mediante instrumentos, en un ambiente estéril, donde se dispone de todo el material y los fármacos que nuestros pacientes necesitan. Nosotros hacemos que el ambiente sea agradable, nos preocupamos por tu bienestar y confort.

Se trata de una intervención poco agresiva, con mínimas incisiones, buscando siempre la mayor estética posible.

El objetivo del tratamiento es eliminar la vena safena responsable de las varices por medio de un catéter y se realiza mediante un pinchazo en la pierna (métodos percutáneos de ablación intravascular).

Son los siguientes: Láser percutáeo, radiofrecuencia, vapor de agua, clarivein, flebogrif y venaseal.

La ablación por radiofrecuencia (RF) fue la primera de las técnicas mencionadas que se introdujo y un año más tarde, el láser endovenoso (EVLT). Actualmente, este método es el más utilizado en el tratamiento de las varices de las extremidades inferiores. Una técnica más novedosa pero que no es tan utilizada es el catéter de vapor de agua, aunque los resultados pueden ser similares a las técnicas anteriores.

Otras opciones de tratamiento no térmicos son los basados ​en la ablación venosa mecánico-química (clarivein o flebogrif) y los adhesivos de cianoacrilato (venaseal).

Todos estos métodos, que están libres de efectos térmicos, causan menos trauma y menos complicaciones locales.

Flebogrif es un nuevo método mecánico-químico para el tratamiento de los ejes venosos insuficientes en pacientes con varices. Es un método simple y efectivo, indoloro, con excelente efecto cosmético y rápida recuperación.

Nuestros tratamientos suelen realizarse con anestesia local y sedación y la figura del anestesista es muy importante para nosotros.

Son tratamientos indicados cuando las varices se originan por un reflujo en las venas safenas más importantes (vena safena anterior, vena safena interna y vena safena externa). Por eso es necesario realizar un estudio ecográfico y detectar dónde está el problema. Estos ejes venosos tienden a dilatarse y acumular más sangre de lo que deberían. El tratamiento más eficaz es eliminarlos. Hoy en día lo que hacemos es provocar una lesión en su pared interna para que se reabsorban y desaparezcan en vez de extirparlos como se hacía hace años. Es por esto que la recuperación es mucho mejor.

Una vez operado se pasa a una habitación para recuperarse, 1-2 horas. Transcurrido este tiempo, el paciente se marcha a su domicilio por su propio pie, sin necesidad de ingreso.